¡Hoy os traigo una entrevista muy especial!
Si hay un sitio en Sevilla donde la infancia tiene su espacio ese es Rayuela.
Lola Gallardo nos recibió en el año 2018 en su librería y nos concedió esta entrevista que ahora publicamos.
Sois pioneros en Sevilla como librería dedicada a la literatura infantil y juvenil. ¿Cómo se os ocurrió en 1996 abrir vuestra
primera librería situada en la calle Barcelona?
Creo que se nos ocurrió porque veníamos de unas profesiones
muy relacionadas con la infancia y nuestra pasión era la literatura infantil,
en eso habíamos coincidido Miguel y yo.
Yo había trabajado durante mucho tiempo
con la infancia, con el tema pedagógico en bastantes lugares. De hecho había
participado en unos proyectos muy interesantes de programas de visitas escolares,
coordinando el programa y haciendo el proyecto.
Esto nos hacía conocedores de esta etapa del desarrollo. Sabíamos
también que aquí en Sevilla no había nada. Era muy aventurado y realmente
hasta que no pasaron años no nos dimos cuenta de que no es que
fuéramos pioneros en Sevilla, sino en el territorio nacional. Fue como tirarnos
a una piscina. Yo no se lo recomendaría a nadie. Nos costó salir de ese hoyo de
los comienzos. Hay que plantearse que en el 96 no existían las redes sociales,
no existían programas informáticos de gestión de librerías…así que para darnos
a conocer era un boca a boca muy lento en un sitio muy escondido en el que estábamos.
Complejo realmente. Salimos de la historia, pero igual podríamos no haber
salido. Es una realidad.
¿Qué define a Rayuela
como librería especializada en literatura infantil y juvenil? ¿Qué importancia
le dais a la selección del fondo?
¿Qué nos pensamos
nosotros que somos? Esto es una historia que desde el principio hemos ido
puliendo.
Al principio más que libreros creíamos que éramos mediadores
de lectura. Por lo tanto nos dedicamos a buscar dentro de la literatura
infantil como una formación hacia los padres, como una selección de algo que no
era demanda, con lo cual abríamos un camino.
Con el tema del álbum ilustrado, por ejemplo, en realidad
nosotros tendríamos unos 20 álbumes ilustrados diferentes entonces porque no había más
en el mercado, no había distribución…es una historia que para el poco tiempo
que ha pasado ha cambiado y evolucionado.
¿El tema del
álbum ilustrado está a día de hoy sobredimensionado?
Totalmente. Está
extendido de una manera muy grande. Creo que nosotros abrimos un
camino en ese sentido. Nos creíamos mediadores de lectura, porque era lo que
más nos satisfacía al embarcarnos en este proyecto.
Nosotros teníamos nuestros
trabajos, no partíamos de una situación de crisis. Sin embargo, era crear un
proyecto que nos gustase y en el creyéramos. Quizás la parte pura de librero,
que después nos dimos cuenta que tendríamos que haber conocido más, es casi la
que nos hace desfallecer en el intento. La pura económica, era la que menos
conocíamos, como negocio.
Y es muy complejo y
sigue siendo muy complejo. No es que lo diga yo, lo pueden decir todas las
librerías del territorio nacional. Pero nosotros nos creíamos así y eso fue lo
que nos iba motivando y lo que hemos conseguido. Creo que hemos conseguido ser
una referencia porque hemos investigado en la literatura infantil y juvenil, no
solo en lo que se publica, sino realmente en la historia de la literatura
infantil. Hemos investigado, elaborado y leído mucho.
Y eso es fundamental para un librero, saber y conocer su fondo…
Eso es fundamental.
Saber qué fondo quieres tener. Un librero especializado se caracteriza del
resto porque tiene un fondo. Por tanto no solo se
sirve de la novedad, sino que conoce lo nuevo y lo antiguo. Y tiene un fondo,
una selección y una línea. Es más creo que todos los libreros especializados no
deben tener ni el mismo fondo, ni la misma selección. Cuando se copia al final
no funciona. Tú eres tú y la gente te diferencia. Con distinto no digo ni mejor
ni peor. Quien o quienes nos intenten estandarizar, no tiene nada positivo.
Hablando del librero como mediador de lectura.
¿Se está produciendo una desintermediación entre el librero y el lector debido
a las nuevas tecnologías?
De momento no. No sé qué pasará. Es un mundo demasiado
rápido el que vivimos que casi nos impide vaticinar lo que va a ocurrir.
Los
grandes grupos mediáticos vaticinaron hace mucho tiempo que todo el mundo
estaría con un ebook entre las manos y no ha sido así.
Yo no lo sé. Ahora de
momento no. Yo no diría ya por el niño pequeño por el tema de la
manipulación, sino el juvenil que no lee en ebook, porque no quiere. Prefieren
el papel.
Lo único que tengo claro después de tantos años es que el
libro físico es diferente. Nos solemos nutrir de diferentes experiencias. Los
libros en papel coexistirán con otros medios.
Muchas librerías apuestan por redes sociales,
blogs, etc. para conseguir una comunicación más directa con el lector. ¿Habéis
apostado por las redes sociales?
Sí. Totalmente.
Seguiremos apostando. No hay que dejar de lado las posibilidades de las redes
sociales, el comercio online. Me parece imprescindible.
¿Cuáles son las
dificultades a las que se enfrenta una librería como la vuestra a nivel de
piratería, caídas de compras institucionales, el exceso de oferta, la
competencia con otras librerías?
Yo creo que la
competencia no la tenemos ahora con las librerías, sino con Amazon. Todos. Los
libreros y los no libreros. Es un tema de comprar o no en el comercio cercano.
Rayuela se ha convertido en un referente cultural en la ciudad de
Sevilla. Cuéntame un poco sobre las actividades que habéis realizado y que realizáis
para crear una comunidad alrededor del libro.
Realizamos una media de 30 a 35 actividades anuales
relacionadas con la animación lectora, de muy diferente calibre: sesiones de
narración, talleres de ilustración…Son innumerables desde hace casi 22 años.
Nosotros desde el principio hacíamos actividades. Ahora puede sonar a
Perogrullo, pero era algo que no existía entonces. Lo habitual eran las
presentaciones para adultos.
La gente se extrañaba que se hicieran cosas para los niños.
Cuando abrimos a los 3 o 4 meses ya estábamos haciéndolo. Las actividades son un mundo. Hay desde las
que hacemos puntualmente que son sesiones de narración oral o son encuentros
con narradores e ilustradores, algún taller de ilustración, estas se suelen
repetir.
Después hay otros proyectos diferentes como las Noches Mágicas. Ahí creo
que también hemos sido pioneros y tiene
unos resultados fantásticos a muchos niveles: por la divulgación de la
literatura, por la mediación lectora, por el recuerdo que les quedará a estos
niños de que han vivido algo interesante y por todo el efecto de convivencia
que hace.
Otra cosa que sigue
con más vigencia es Las niñas y los niños cuentan.
Darles a ellos la
posibilidad de que sean importantes a través del libro. Esa situación también
se genera ahí y es otra de nuestras trayectorias.
Vamos haciendo algunos proyectos sociales como la edición de un libro. Es la segunda
publicación que tenemos de carácter social. La primera fue Un cuento para el futuro, que se hizo tras los incendios y el
desastre medioambiental en 2004 aquí en Andalucía.
Después se hace El libro del mundo, que es una historia
preciosa que nos regalan por los 20 años de la librería y que convertimos en libro. Decidimos hacerlo
benéfico. Los beneficios van para dos organizaciones relacionadas con la
infancia y la lectura: Danza Mobile y Casa de Palabras.
Danza mobile que es
fundamentalmente arte, abrió un taller de oralidad y lectura y ese taller es el
que se está beneficiando de las ventas del libro. Con Casa de Palabras son
muchas cosas las que hemos hecho ya como el libro y además participar juntos en el
proyecto Alicia.
Hice un curso de voluntariado para acercar el álbum ilustrado
a gente que quiera trabajar después con niños con una infancia desfavorecida
(en Grecia con niños refugiados o aquí cerca). Hicimos ese minicurso y ha ido
bastante bien. Yo creo que incluso lo repetiremos en sitios diferentes.
Cada
vez nos llaman de más sitios para participar en cosas que tienen que ver con
mediación lectora.
El año pasado fuimos a la universidad en unas jornadas de
lectura y escritura. Estamos empezando un diálogo filosófico con los niños a
través del álbum que es un proyecto que quiero impulsar, que ya hemos hecho
algo y vamos a hacer más en el otoño. Todo son actividades de animación
lectora, y de divulgación de la literatura infantil y juvenil y del arte.
Pero
fundamentalmente hay una cosa en la que hemos creído siempre, y creo que tú lo
sabes, que es la labor más importante de mediación, aunque no sea la labor que
sale en los medios, o que no es la labor de imagen que se empuja hacia fuera,
pero que personalmente creo que es lo más importante, para el niño que viene.
Ese hilo es uno de los más importantes de la mediación.
Vosotros formáis
parte del Club Kirico ¿Qué importancia le dais al asociacionismo?
Hasta ahora muy poca. Pero nos han
pedido desde hace dos o tres años que participemos y no hemos participado. Vamos a
participar este año más en la dirección del Club Kirico. Se le quiere dar una
línea nueva de acción y llevan tiempo detrás nuestra y siempre hemos dicho que
no por falta de tiempo.
Nos parece interesante el asociacionismo, pero no
tenemos tiempo para tanto.
En 2017 os dieron el Sello Librerías de Calidad. ¿Qué ha
supuesto para vosotros?
Yo creo que es muy
interesante. Aunque yo no me voy a creer que soy una librería de calidad porque
me den un sello, pero sí es verdad que se necesita refrendar desde el exterior
la labor que haces. Eso nos va a venir bien y es muy positivo.
Hasta 60
parámetros te analizan. Por ejemplo, que eres una librería que mueve libros.
Que no tienes unos libros de adorno. Y que los vendes y mueves tu fondo. Tener
variedad, etc.
¿Cuál es vuestro
punto de vista sobre el futuro de las librerías infantiles y juveniles?
Yo no sé qué futuro
tendrán. Creo con sinceridad que todo lo que está relacionado con la literatura
infantil y juvenil, las librerías también, necesitamos mayor conocimiento,
mayor información, y mejores líneas de calidad, que no de cantidad. Eso es lo
que yo creo.
Creo que la literatura infantil no es más que literatura, con
todos sus géneros: su poesía, su teatro, su conocimiento, etc. Y que realmente
sigue siendo a día de hoy la gran desconocida, por más que todo haya cambiado
mucho.
Todavía se sigue
discutiendo si la literatura infantil es un género o no.
Claro. Es que no es un género, es literatura. Literatura que
puede ser para una etapa concreta del desarrollo. Ese es un tema complejo.
Pienso que es la gran desconocida y ahí tenemos mucho trabajo que hacer.
¿Qué
seremos en el futuro? Pues depende de lo que pensemos que podemos aportar.
¿Qué
podemos aportar a las ciudades? Yo personalmente creo en la librería
especializada, todavía más especializada de lo que yo ya soy. Creo que el
futuro está ahí. Porque podemos aportar conocimiento. Yo no podría
tener una librería general porque no abarcaría tanto conocimiento. Nosotros no
podemos aportar lo que aportan los gigantes. Entonces lo que nos queda es eso,
jugar con tu conocimiento.
Creo que las
librerías deberíamos ser más especializadas cada vez.
Si alguien se pudiese
especializar solo en juvenil o solo en infantil, estaría todavía muchísimo
mejor. Creo que tenemos futuro, pero siempre y cuando las administraciones
entiendan que estamos cumpliendo una función casi pública, aunque somos una
entidad privada, de difusión de la cultura y de mediación lectora. Y nos tienen
que ayudar a seguir aquí.
Y no solo me refiero económicamente. Hay muchas
formas de apoyar.
Todolij:
"Durante varios años tuve la suerte de trabajar en Rayuela. En las dos Rayuelas, Plaza Nueva y Plaza de la Encarnación. Y a día de hoy puedo asegurar que es una de las mejores experiencias que he vivido.
Allí empecé a amar la Literatura Infantil y Juvenil. Aprendí el oficio del verdadero librero, el que busca entre las estanterías ese tesoro oculto para ofrecerlo al lector.
Solo tengo palabras de agradecimiento para Lola y Miguel. Y grandes recuerdos con el resto del equipo rayuelero de entonces: Laura, Miguel, Vanessa, Gema, Luis y Auxi".