En el año 2011 abre en la barriada de Sevilla Este una nueva
librería infantil: el Molino de Cienta. Nueve años después y tras pasar el duro
trance de la pandemia, abre sus puertas de nuevo a los pequeños lectores de la
ciudad.
¿Cómo surgió la idea
de abrir una librería infantil y juvenil?
En abril de 2011. Yo soy arquitecto y mi mujer es
farmacéutica. Yo estaba pasando una mala racha laboral y ella se quedó sin
trabajo. Charlando con mi cuñado, hablando de Rayuela Infancia, pensamos que
sería interesante. Yo era bastante fan del juego educativo y de la literatura
empezaba a hacerme bastante fan. Surgió de la casualidad, no puedo decir que
era el sueño de mi vida. Nunca lo hubiera pensado. Mis amigos se ríen de mí: “A
mí me dicen hace 15 años que tú ibas a montar una librería y vamos imposible”.
Surgió así y estamos contentos.
¿Qué os define como
librería especializada en literatura infantil y juvenil? ¿Qué tipo de libros y
juegos tenéis?
Bueno, abarcamos desde libros de baño y tela, de los más
básicos para bebés, hasta la literatura de adultos de la cual tenemos una
pequeña selección de best sellers, novedades y cosas así. Sin ningún tipo de
pretensión más. Somos muy potentes en el álbum ilustrado, de infantil y de
adultos que también los compran. Trabajamos la franja de primeros lectores, de
los primeros cursos de primaria. Hemos intentado abarcar prácticamente hasta el
juvenil. Pero es verdad que el juvenil es complicadísimo y hay muchísimas
novedades. La gente de juvenil es muy especial y cuando un chaval de 16 años de
esta zona entra y ve cosas infantiles no se ve identificado, no le representa.
Nuestro fuerte es desde los 2 años hasta los 10.
También el juego educativo. Empezamos teniendo bastantes
juegos de madera, juego más tradicional y vimos que en esta zona tenía mejor
salida el juego divertido, rápido, juego de cartas, con precios adecuados a los
regalos de cumpleaños. Nos hemos especializado bastante en ello y los vamos
ampliando. Traemos juegos de mesa de adultos. Nos estamos centrando más en el
juego. De juguetes tenemos poco.
¿Qué importancia le dais al fondo que existe en vuestra librería?
¿Vosotros lo seleccionáis o las editoriales os traen las novedades y os las
quedáis?
Hay un poco de todo.
Las novedades es una lucha constante con las distribuidoras y las editoriales.
Hay veces que consigues que se ajusten a tu medida y elegimos minuciosamente.
Hay veces que se te pasan cosas, que lo ves en el catálogo y dices “Madre mía
como he podido pillar esto”. También vamos un poco por instinto. Nos dejamos
aconsejar por distribuidoras, comerciales y demás, pero lo que no nos gusta o
vemos que no tiene salida (aunque nos guste), tenemos que devolverlo. En el
fondo siempre están los básicos que toda librería infantil debe tener, pero
siempre con el tema de que se agotan, se vuelven a reeditar en un ciclo
continuo. La librería infantil yo creo que no es tanto una librería de
novedades, sino que tiene bastante fondo y un poco menos de novedades. Aunque
en este último año sí han salido novedades bastante interesantes, sobre todo de
álbum ilustrado.
¿Qué piensas que ofrece la lectura al niño y al adolescente?
Principalmente
educación. Un niño que desde bebé está en contacto con los libros suele ser un
niño que lee de mayor. Tiene más herramientas para formarse una educación él
solo. Está la educación de los padres, del colegio… pero la lectura te da una
educación más personal. Aparte de todas las ventajas que tiene leer como saber
expresarte, para valerte en la vida. Que cojan un libro en papel, que sepan
ordenarlo, etc. No veo inconveniente en que los niños lean (tuve una
conversación en torno a las nuevas tecnologías y alguien discutía si era bueno
que los niños leyesen tanto).
La importancia del librero como mediador de
lectura. ¿Crees que se está produciendo una desintermediación precisamente
debido a las nuevas tecnologías?
Nosotros no lo hemos
notado tanto, porque al ser una librería tan especializada viene gente muy
perdida. Y nuestro caso en particular, que los dueños somos los que estamos
aquí todos los días hay un contacto diario. Aprenden los clientes y aprendemos
nosotros. Aquí ha venido mucha gente diciendo este libro es fundamental por
esto y aquello. Y yo no lo tenía, ni conocía. Yo creo que los barrios necesitan
tener una librería de este tipo ya sea infantil o generalista, en el que el
trato sea muy cercano.
Hemos vivido una
década de crisis económica y cultural que ha hecho que nuevas librerías
apuesten por nuevos elementos como las redes sociales, los blogs, para intentar
comunicarse de forma más directa con los lectores. ¿Vosotros estáis presentes
en las redes sociales?
Sí, bueno, yo tuve un
blog que lo fui abandonando poco a poco. Lo cogí con mucha ilusión, pero luego
por la falta de tiempo, que para nosotros es una buena señal, al querer
llevarlo todo nosotros, es verdad que lo tenemos un poquito más descuidado. El
Facebook lo usamos para avisar de los cuentacuentos o si hay alguna reedición
de un libro, un nuevo juego que ha entrado y que la gente está esperando,
alguna novedad y cosas así. Es verdad que tendría que tenerlo un poco mejor y
al día. Bueno todo se andará. Creo que es importante, pero sin volvernos locos.
Las librerías funcionan sin redes sociales. En su justa medida.
¿Qué tipo de actividades realizáis para
acercar la lectura a los niños?
Sobre todo cuentacuentos. Hemos visto que es lo que más
funciona. Hicimos algún experimento con juegos de mesa y presentaciones, pero
no funcionó muy bien. Los cuentacuentos los hacemos entre semana. Al ser un
barrio aquí hay vida por la tarde. Contamos con los mejores cuentacuentos de
Sevilla, que han venido casi todos. Y de otras partes de España e incluso del
extranjero. Hemos participado también como patrocinadores del Festival Intercultural de Narración Oral (FINOS), ahora estamos también con las Librerías contadas que es una
relación entre editorial, librería y cuentacuentos, siendo el último el que lo
coordina todo y el coste lo llevan a medias entre la librería y la editorial.
Cuando hemos hecho presentaciones hemos vendido muy poco, salvo que venga la
familia y amigos del autor. Yo no sé qué pasa en otras librerías, pero aquí se
vende bastante poco.
¿Cuáles son los retos
a los que se enfrenta una librería como la vuestra?
(piratería, libros
electrónicos, caídas de compras institucionales, exceso de oferta o competencia
con otras librerías).
Pues un poco de todo. Aunque yo creo que lo primero es
vernos a nosotros mismos. Sí tú crees en tu producto y en lo que haces yo
considero que tampoco hay que mirar tanto ahí. Yo tengo compañeros que están
muy obsesionados con Amazon, que si otros ponen algún producto más barato… yo
miro lo que hay en el mercado, pero no me obsesiono. El libro tiene su precio
estipulado y en los juegos tenemos los precios que creemos que debemos tener.
En cuanto a la competencia puedes ver a gente que mira e intenta averiguar,
pero en un barrio no hay tanto sitio para todos como en el centro histórico.
Por otro lado la tecnología a nosotros creo que no nos va a tocar en 5 o 10
años porque la gente es reticente a darle una pantalla a un niño pequeño,
además les evoca recuerdos del pasado. De momento el tema de los libros
electrónicos no me preocupa.
¿El futuro de las librerías es un reto?
El futuro de las
librerías es una incógnita. No sé si los nacidos a partir de los años 90
tendrán ese recuerdo de sus libros o de una maquinita en las manos. Es un reto.
Aunque mucha gente demanda librerías de este tipo cerca de sus casas.
***
No os olvidéis que vuestras librerías especializadas os
están esperando en vuestros barrios.
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