Esta pregunta obtendrá
una respuesta diferente dependiendo de la persona a la que se le realice según su edad, los géneros que más
le gusten, sus circunstancias personales, etc.
Dejar volar la
imaginación, poder vivir experiencias nunca vividas antes, viajar a otros
lugares, aprender cosas nuevas y tener inquietudes es lo que muchos adultos
consideran que es ser lector. Y como señaló Lahine en relación a las
investigaciones hechas sobre las lecturas de lectores “diplomados” o “poco
diplomados” y la no diferencia entre ellos a la hora de “sumergirse en las
situaciones”, estos adultos expresan prácticamente las mismas ideas sobre la
imaginación o lo que sienten al leer.
Y es cierto que el
concepto sobre lo que es la lectura y un buen lector han variado con el tiempo.
Hace años la lectura de los conocidos como clásicos era algo fundamental si
querías ser considerado un buen lector. Italo Calvino destacó 14 puntos sobre la
importancia de leerlos (los podréis ver al final del artículo). Él
destaca su importancia, pero reconoce que el mundo actual no
permite a muchas personas disponer del tiempo para hacerlo.
Además los formatos para leer han cambiado y se
han ampliado. Hoy día muchas personas usan sus dispositivos electrónicos (móviles, tablets u ordenadores). Y también ha cambiado el concepto
de lo que hay que leer. Nos preguntamos ¿es uno menos lector si lee un relato
corto colgado en un blog de internet por algún escritor (o no escritor) en un
momento determinado? ¿Tienen que ser lecturas literarias? Por lo tanto desde un
punto de vista cualitativo, lo que importa no es tanto qué lee la persona, o
qué nivel de importancia se le haya adjudicado a un determinado libro y que eso
nos haga elegirlo, sino como alguien llega a la lectura de un texto, quiénes
les influyen, es decir, como llega la lectura a formar parte de su vida.
Sobre las diferencias entre la lectura en papel
o en algún medio multimedia, os recomiendo un divertido álbum ilustrado
titulado ¡Es un libro! de Lane Smith.
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Si os habéis quedado
con ganas de más, aquí van los 14 puntos propuestos por Italo Calvino sobre la
importancia de leer a los clásicos:
1. Leer por primera vez un gran libro en la
edad madura es un placer extraordinario: diferente (pero no se
puede decir que sea mayor o menor) que el de haberlo leído en la juventud.
2. Se llama clásicos a los libros que
constituyen una riqueza para quien los ha leído y amado, pero que constituyen
una riqueza no menor para quien se reserva la suerte de leerlos por
primera vez en las mejores condiciones para saborearlos.
3. Los clásicos son libros que ejercen
una influencia particular ya sea cuando se imponen por inolvidables,
ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mimetizándose con el
inconsciente colectivo o individual.
4. Toda relectura de un clásico es una
lectura de descubrimiento como la primera.
5. Toda lectura de un clásico es en realidad
una relectura.
6. Un clásico es un libro que nunca
termina de decir lo que tiene que decir.
7. Los clásicos son esos libros que nos
llegan trayendo impresa la huella de las lecturas que han
precedido a la nuestra, y tras de sí la huella que han dejado en la cultura o
en las culturas que han atravesado (o más sencillamente, en el lenguaje o en
las costumbres).
8. Un clásico es una obra que suscita un
incesante polvillo de discursos críticos, pero que la obra se sacude
continuamente de encima.
9. Los clásicos son libros que cuanto más cree
uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos
resultan al leerlos de verdad.
10. Se llama clásico a un libro que se
configura como equivalente del universo, a semejanza de los
antiguos talismanes.
11. Tu clásico es aquel que no puede
serte indiferente y que te sirve para definirte a ti mismo en relación
y quizás en contraste con él.
12. Un clásico es un libro que está antes que
otros clásicos; pero quien haya leído primero los otros y después lee
aquél, reconoce en seguida su lugar en la genealogía.
13. Es clásico lo que tiende a relegar
la actualidad a categoría de ruido de fondo, pero al mismo tiempo no
puede prescindir de ese ruido de fondo.
14. Es clásico lo que persiste como
ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se
impone.
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