miércoles, 15 de abril de 2020

EL GUSANITO LECTOR. ENTREVISTAMOS A ESPERANZA ALCAIDE



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Desde el año 1995 en la calle Feria los amantes de la literatura pueden acudir a un pequeño local donde los libros son seleccionados con gran criterio y cariño por su dueña Esperanza Alcaide.
 Ella es actualmente la presidenta de la Feria del Libro de Sevilla, miembro de la directiva de la Confederación Española de Librerías y Vicepresidenta primera de la Federación Andaluza de Librerías.
Con este curriculum fue un placer poder entrevistarla en el año 2019 y ahora en el 2020 publico en exclusiva en este blog dicha entrevista.

Sois pioneros en Sevilla como librería independiente que se dedica a la infancia. ¿Cómo surgió la idea de crear una librería infantil y juvenil en 1995?
Yo en el 95 no era totalmente especializada en infantil. Con el dinero que tenía hice lo que podía. Como no tenía para montar una librería, monté una tienda de prensa con una parte de infantil que era a lo que yo me quería dedicar. Y conforme iba vendiendo, fueron pasando los años, con el dinero de la prensa iba ampliando la librería y ahora mismo toda la planta de arriba es infantil y juvenil.

 Usted quería dedicarse a la literatura infantil y juvenil ¿Por algún motivo?
Yo tengo una especial manera de relacionarme con los niños. Entonces, el juvenil lo trabajaba muy poco. El juvenil fue porque como desde el principio yo hacía actividades, talleres, cuentacuentos, teatro y hubo un momento en el que los niños me crecieron y me dio tanta pena, que en principio yo tuve que ir adaptando el fondo e inventando otro tipo de actividades. De ahí nació el club de lectura juvenil.

 ¿Qué os definiría entonces como librería especializada en literatura infantil y juvenil? ¿El desarrollo de competencias lectoras en los niños? ¿Los hábitos de lectura?
 El desarrollo de competencias lectoras como una forma de ser mejor ser humano. Sin perder de vista eso. No solo la competencia lectora en sí misma. El libro como una forma de vida y una forma de ser. Eso para mí es muy importante. Luego quizás lo que más nos defina como librería son nuestras puertas abiertas. Estás viendo que el aire acondicionado se sale a chorros a la acera, pero nunca cerramos la puerta por frío o calor que haga. Igual que nunca he quitado la prensa. Porque el abuelo que viene todos los días a comprar, trae a los nietos. Y hay gente que nunca había comprado un libro. Hay gente que por su formación, por la trayectoria de su vida nunca se había  acercado a una biblioteca, a una librería porque compraban otro tipo de cosas. Aquí, las actividades para niños se hacen a puerta abierta, las de adultos son a puerta cerrada. La gente se va quedando con cosas que le gustan para su familia.



¿El público que viene normalmente aquí es del barrio?
No solo del barrio. Fundamentalmente del barrio y las zonas de alrededor. Pero también hay mucho funcionario que trabaja en la zona, que nos conoce y nos trae a los niños cuando hay actividades. También hay mucha gente de la banca que se traen a su familia cuando hay actividades, el profesorado de los centros cercanos. Bueno, esto está intramuros y la gente de extramuros, pero de la zona también viene. Extramuros es hasta San Jerónimo. Muchos profesores de esas zonas los mandan hasta aquí.

 La importancia del librero como mediador de lectura. ¿Se está produciendo una desintermediación entre el librero y el lector debido a las nuevas tecnologías?
 En un principio puede parecer que sí. Hay páginas que recomiendan, hay grupos de padres que montan páginas, pero yo creo que todo al final recala en la librería.

Hay gente que confía mucho en grupos que se forman en las redes sociales como Facebook.
 Es un tipo de gente que se comunica poco, que socializa poco. Que consideran que las redes son una forma de socializar, pero que no lo son. Quizás es un defecto de los libreros, que tendríamos que ser más activos en redes, pero…es que la vida da para lo que da.

 Por la crisis económica, muchas librerías apostaron por crear blogs, tener cuentas en Instagram, Facebook, Twitter, etc. ¿Vosotros tenéis una comunicación directa con los clientes de la librería?
 Hay muchos clientes que interactúan con nosotros en las redes. Que están aquí, que miran, que participan en las actividades, que además están en redes y se comunican con nosotros así.



Vosotros concretamente tenéis Facebook, Twitter e Instagram, si os escriben ¿respondéis rápido?
 Lo intentamos. Mucho más rápido en Twitter, porque es más intuitivo. En Facebook se responde cuando buenamente se puede. E Instagram es que funciona de otra manera.

 ¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrenta una librería como la vuestra a nivel de piratería, ebooks, caída de las compras institucionales?
 A mí los ebooks no me han afectado nada. Hubo un momento en el que los profesores cuando se estaban acercando a la jubilación parecía que se les había aparecido la virgen con el libro electrónico y han ido volviendo.
 En el libro infantil… hay una cosa muy curiosa. Hará como 7 años o así parecía que con la crisis la gente iba a leer más en digital porque no iban a tener dinero para comprar libros y con el club de lectura juvenil yo pensé estos chavales nacen con un aparato en la mano, vamos a ver… y al inicio de uno de los cursos cuando nos reunimos les dije “¿Vosotros en qué formato vais a querer leer?” y me dijeron “No, no Esperanza no te equivoques para leer en papel”
El tramo de edad en que yo trabajo el club de lectura juvenil es de 11 a 16. Si a esa edad no quieren leer en digital difícilmente… porque ya hay muchas cosas que sí leemos en digital, no se nos puede olvidar. Cuando leemos en Facebook o Twitter accedemos a noticias que antes solo leíamos en la prensa. Entonces la lectura de prensa ha caído de una manera brutal. Aunque hay un estudio que dice que la capacidad de abstracción es mayor cuando se lee en papel porque con la pantalla te dispersas. Pero aparte de eso sí estamos leyendo mucho. Todo lo que son trabajos técnicos, los textos legales, esas cosas ya están en pantalla.
Pero lo que es la lectura por placer, un ensayo, poesía…, yo no entendería un libro de poesía en digital. Y los libros ilustrados han intentado hacerlos en digital, pero no está funcionando.

 ¿Qué ofrece la lectura al niño o adolescente. ¿Es una manera de formar a la persona?
 Para mí las palabras son armas. Si tú sabes expresarte, si tienes capacidad de responder cuando alguien intenta hacerte daño, si no te callas, tu camino en la vida va a ser mucho más fácil. Por eso yo les insisto mucho a los padres, a los educadores, que les lean desde que nacen, porque se les va quedando ahí…Te lo voy a decir como se lo digo a ellos: hay familias que le abren una cartilla de ahorro a los bebes cuando nacen, para mí es como abrir una cartilla de ahorro emocional. Entonces tú lo vas dotando de palabras y cuando necesiten defenderse, expresarse, van a tener un armamento maravilloso. Ten en cuenta que normalmente cuando leemos a los niños es después de bañarlos, después de haber comido, en un ambiente relajado, y les está quedando tu voz y el amor inmenso que significa ponerse a leer para un niño. Le está quedando un especial estado de ánimo, que cuando las cosas vienen mal, siempre van a tener ese ladrillito donde poderse refugiar y a partir de ahí volver a construir.



¿El fondo que tenéis en la librería lo seleccionáis vosotros? Antes las editoriales mandaban muchas novedades.
 Todos intentan hacerse con el espacio, pero eso pasó. En mi caso y otros libreros. Yo hablo con librerías de todo el país, en estas fechas, desde que empezó la crisis, tienes lo que quieres, pero no todo lo que tú quieres. No te abren cuentas, han cerrado distribuidoras…hay que aprender a vivir y trabajar con lo que tienes. Ahora llenar las estanterías no es tan fácil. Es muy frustrante querer tener un material y no tenerlo.
Yo creo que los profesionales del sector hemos combatido la crisis con más especialización. En las librerías más pequeñas hay más diversidad, porque cada librería tiene su propia filosofía.

 Vosotros sois un referente cultural en Sevilla. Habéis creado una comunidad en torno al libro infantil y juvenil. ¿Hacéis cosas dentro y fuera de la librería?
 Nos gusta mucho colaborar con centros tanto de primaria como secundaria. Entonces, cuando nos han pedido que hagamos feria del libro, me ha dado un poco de vergüenza ir a un instituto solamente a venderle a los niños. Porque eso es un centro de estudios y creo que hay que ofrecerles otro tipo de cosas. Yo desde un principio comenté  a los profesores que en vez de hacer la venta pura y dura, porque no llevábamos autores, hacer concursos de marcapáginas o de carteles para anunciar la propia feria del libro para que los niños se implicaran. Invitar a los padres, familias y hacerlo extensivo a todo el personal del centro. Así los niños ven el libro desde un ángulo diferente. Al implicarlos comercialmente también funciona mejor. Entonces como en ese tipo de cosas suelen participar las AMPA, se establece una relación entre la librería y el centro. Cerca de nuestra librería hay centros escolares. Los profesores compran y es una buena manera de dar ejemplo.

 ¿Y el club de lectura juvenil?
Todo fue surgiendo de manera natural. Hacía cuentacuentos y talleres (venían otros a hacerlos) para los niños. Cuando fueron creciendo empecé a hacer otras cosas. Cuando empecé a hacer cosas para los adolescentes, los adultos dijeron que por qué ellos no. Y empecé a hacer presentaciones, conciertos, conferencias. Aquí caben 50 personas sentadas, hemos metido un piano, la orquesta barroca…
Hacemos performances, a veces salimos a la calle, hacemos  cosas relacionadas con la Ciudad de los niños de Tonucci, colaboramos con bibliotecas…

 Formáis parte del Club Kiriko ¿Qué importancia le das al asociacionismo?
 Toda. O nos unimos o desaparecemos. O nos potenciamos como marca…
Libros infantiles puedes encontrar en el Carrefour o en cualquier sitio, pero eso es como el flamenco, quien te va a orientar. ¿Dónde están los profesionales? En las librerías especializadas.

Por último, ¿crees que el futuro de las librerías es un reto?
 Yo creo que mientras la gente siga viviendo esto con la pasión con la que la vivimos, el futuro está asegurado. Porque estamos seguros que lo que hacemos tiene una función social muy importante. Entonces, mantener la librería abierta, hacer las actividades para gente de toda condición económica…estás construyendo el mundo en el que crees.

 Esperanza, muchas gracias.


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