El mundo del libro vuelve a tambalearse con la crisis del
Covid-19.
Las librerías
tuvieron que cerrar durante varios meses por la obligada cuarentena, después
han visto sus horarios y aforos reducidos, así como la eliminación en la mayor
parte de los casos de sus actividades culturales. Nos siguen llegando noticias
del cierre de muchas de ellas y esto es algo fatídico. La librería es el
eslabón imprescindible entre el autor y el lector. Necesitamos librerías y
libreros formados que no ayuden a elegir la mejor lectura.
Hoy hablamos con Sylvia García Acevedo, librera en Fnac
Torre Sevilla. Con ella analizamos las luces y sombras que vive hoy un
sector fundamental en la cultura de nuestro país.
Como librera ¿qué significó para ti el cierre de las librerías durante varios meses?
La pandemia en general ha sido un duro golpe en nuestro día
a día. Casi sin darnos cuenta nos vimos encerrados en casa, alejados de
nuestros seres queridos y con la incertidumbre del qué pasará, tanto en temas
de salud como económicos y sociales. El cierre de las librerías ha sido algo
insólito, y creo que ha fomentado mucho la lectura digital. También es cierto
que el usuario que lee bastante, el amante de los libros, suele ir atesorando
ejemplares y siempre tiene lecturas pendientes en casa, así que ha sido un buen
momento para ponernos un poco al día en lecturas (todo malo no va a ser, jeje).
Para un librero es
fundamental estar al día de las nuevas publicaciones. ¿Cómo has mantenido el
contacto con los libros para seguir al día de las novedades que iban
apareciendo mientras no podías trabajar?
En el confinamiento, y en general en los últimos tiempos,
mis fuentes suelen ser las redes sociales. En ellas sigo a editoriales y autores
que, de manera inmediata, informan de todas las novedades. Con un rápido
vistazo te pones al día. También sigo la edición digital de Mercurio (la echo de menos en papel,
pero entiendo que los tiempos cambian) y también me gusta la revista Qué Leer.
¿Qué importancia das
a la lectura desde la infancia? ¿Crees que el libro debe llegar a los niños
desde sus primeros meses de vida?
Me parece fundamental la lectura desde la más tierna
infancia. La lectura fomenta la imaginación y ayuda a ampliar vocabulario,
además de ser una práctica maravillosa. Para los primeros meses de vida
recomiendo los libros de tela o baño, para que los peques se familiaricen con
ellos y comiencen a pasar páginas. La lectura diaria es fundamental para crear
el hábito, y también que los peques vean leer a sus padres.
¿Qué piensas que ofrece la lectura al adolescente?
La lectura, a cualquier edad, es una forma de alimentar
esperanzas, sueños, una forma de escape a los problemas de la vida cotidiana,
además de una forma de aprendizaje. La lectura adolescente es una forma de
conocer otras realidades, y un pilar fundamental para la buena expresión y
redacción.
Es obvia la
importancia del librero como mediador de lectura ¿Crees que se está produciendo
una desintermediación debido a las nuevas tecnologías?
Bajo mi punto de vista las nuevas tecnologías ayudan a que
el lector se busque un poco la vida por su cuenta, leyendo opiniones de otros
lectores o incluso de libreros y libro adictos. Pero en las nuevas tecnologías
se pierde el cara a cara con el librero, el intercambio de impresiones y eso es
insustituible. Además, por experiencia propia y también lo sé por clientes,
gusta mucho llegar a una librería y dejarte llevar por una cubierta, descubrir
un libro perdido o dejarte seducir por un título. Esa experiencia en Internet
pierde toda la gracia.
¿Cuáles son los retos
a los que se enfrenta una librería? (piratería, exceso de oferta, competencia
con otras librerías…)
A día de hoy pienso que el mayor reto con el que se
encuentra una librería es el libro electrónico. Pero allí estamos los libreros
para intentar que las visitas no decaigan y sobre todo que siga en auge la
lectura.
Recomiéndanos un
libro infantil y otro juvenil imprescindibles para ti.
Muchas gracias Sylvia por dedicar parte de tu tiempo a
acercar los libros y las librerías a los lectores del blog.
¡Nos vemos en las librerías!
